Por: Alfredo Jurado
Me acuerdo un día en el que estaba paseando con mi madre y mi prima. No me acuerdo a dónde y por dónde íbamos, sólo sé que era una ruta que usábamos mucho y que era muy linda. Recuerdo que estábamos hablando no sé de qué mientras escuchábamos una emisora que transmite música de la generación de mi madre, que para ser vieja, me gusta y es muy movida (me refiero a la música por si a caso se presenta la confusión) y la cual siempre escuchamos con agrado o por lo menos con gusto. Es en ese mismo instante que yo le hago a mi madre la simple pregunta de qué hora era. Ella, estando me imagino en otra onda me responde que En la vida, las cosas son como tal y porque aquello es lo otro, porque si la gente no hace esto y piensa en lo otro hace todo lo contrario. Que hay que ser agradecido por lo que te dan, siempre ser amigable con fulana o mengano. Que el guardar rencores daña y que ella decidió no ser un escaparate de rencores. Porque la familia es buena, aquél que no la tiene o no la aprecia no sabe lo que es la vida. Porque Uno en la Vida hace lo que se proponga, porque cuando ella estaba en su ciudad natal pensaba en esto y no en lo otro. Que la gente que ha estado presente en su vida han sido los mejores porque aprende de ellos y ellos conforman una amplia lista de gente con quien uno puede contar en algún momento de su vida, porque el azul es azul y el rojo es rojo. Porque cuando Dios dijo que se haga la luz tuvo la suerte de que no existía Corpoelec, etc. Después de ese grandioso discurso, después de tan grandiosas palabras, yo lo que hice fue quedarme observándola y después le dije, con cierta morisqueta en la cara: “Mamá, sólo te pregunté qué hora era… no que pasa en la vida”.
jajaja excelente...asi se debe escribir, con humor y amor como diria Nazoa...felicitaciones.
ResponderEliminarAcabo de recordar a mi abuelo, siempre me daba las mejores charlas sobre la vida, e igual que tu mamá, en los momentos más inesperados, cuando manejaba a 20km/h y todo el mundo lo insultaba, o cuando estaba en su hamaca "cogiendo fresco". Las recuerdo cada una de ellas, y ahora que he vivido más, las entiendo aún mejor, por que de niño, sólo las escuchaba como si fueran cuentos o historias.
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