viernes, 22 de junio de 2012

Fin de una década


Por: Alfredo Jurado
Es ahora, el mero momento, en donde nos encontramos con la siguiente frase: “adiós conocido”. El progreso es inevitable, el avance de algo y de algunos es imposible de detener, pues nos mueve la voluntad, el deseo de subsistir y seguir adelante. Ya el tiempo se nos presenta de la manera más extraña, pero al mismo tiempo, familiar: va rápido, sigue un curso, se mueve como un expreso que en este caso no detiene en estaciones; más bien, sólo abre sus puertas para que podamos entrar mientras éste se mueve. Vemos atrás, siempre lo haremos en los momentos de mayor felicidad o angustia porque es esa reminiscencia de lo pasado, lo que nos permite reflexionar y decir: “he vivido…” siendo ese espacio vacío el lugar donde poner el adjetivo perfecto que describa la manera en que hemos vivido. Tendemos ahora a romper, al desligue, porque esa es la manera más eficaz y rápida de dejar a un lado algo y evitar el sufrimiento, ese sufrimiento causado por el recuerdo inevitable de nuestros hermosos años mozos o no. Rompemos, rompemos con todo, y para ello damos la excusa del “odio”. Un odio irracional e inane que justifica nuestro miedo ante el futuro, ante el mundo de posibilidades que está por abrirse. Hemos aprendido demasiado hasta el punto de aceptar que somos seres que erramos para siempre, pero aún así, permanecemos vivos. Y es ahora, ante las puertas del futuro, que hacemos cuenta de todo lo dejado atrás y de lo que ahora sabemos, es así como comenzamos a forjar una identidad, a pesar que creemos que ya la teníamos. Nos volvemos de toda clase de cosas: ateos o fieles seguidores; pesimistas, realistas u optimistas; nos volvemos pseudo pensadores o pseudo intelectuales; y la lista podría seguir hasta el infinito. Pero de lo que sí sé que nos volvemos es en “seres humanos”, en algo que es alguien, en alguien que piensa, alguien que es tomado en cuenta, alguien que se forma y nace.

1 comentario:

  1. Te enfrentas a una "ley de la Historia": Crecer y Cambiar. Un ciclo se cierra y otro se abrirá. Así es hasta el final de nuestros días, y así será hasta el final de los tiempos...

    ResponderEliminar