Por: Alfredo Jurado
Su
misión es “intentar” salvar al Mundo y reescribir de alguna manera la Historia
de la Humanidad ya contada, ya a punto de contarse. En dos idiomas, inglés y
español, intentarán corregir y evitar lo que podría resultar en una terrible
Guerra Nuclear entre naciones por saber cómo solucionar temas como la hambruna,
los niños soldados, los conflictos religiosos, etc., etc., etc. Yo ante estos
sujetos, ante estos pusilánimes me río, me privo de la risa y les arrojo rosas,
flores con motivo de congratulaciones por crear la mejor comedia jamás antes
creada, la cual involucra a todo un gran reparto que intentan pasarse por
árabes, judíos, belgas, rusos, americanos, polacos, chinos, etc. Y mil veces
etcétera. Es impresionante como todo eso se ve “hermoso” entre velos de fino
celda rosa y otros colores delicados, pues los alientan, los motivan con ideas
de cambio, de importancia y los premian por haber logrado, ¿qué exactamente? Sólo
haber sabido la mejor forma de adular con excelencia a los jueces, insultar de
la manera más apropiada y elegante a los demás contrincantes y sólo mantenerse
de pie durante infernales inacabables minutos de habladería de, vulgarmente,
P-A-J-A. El “objetivo” principal, si es que alguna vez lo tuvo, era entrenar y
educar a la gente en los asuntos de lo que acontece en el mundo y enseñarles a
develar posibles soluciones. Ahora, sólo fomenta la altanería, el egocentrismo,
la necesidad exagerada de conseguir buenas relaciones, no precisamente en el
ámbito exclusivamente “MUNnista”, sino “un buen cuadre”. Bien, amigos, amigas,
damas y caballeros, señores de todos los lugares del mundo que me lean o no:
demos un aplauso a este gran elenco en la realización de este inane “teatro de
lo absurdo”, pues su representación ha sido tan convincente que, como pasa en
la vida, no llegan a nada y los “conflictos” persisten.