Por: Alfredo Jurado
Una
pregunta que una vez vi plasmada en un trabajo me resuena ahora más que nunca
por tanto que se ha vivido en este nuevo año. La cuestión no es otra que una
muy básica y diría que casi fundamental: ¿el hombre, el ser humano, necesita
ser gobernado?, ¿necesita tener un líder, las sociedades necesitan a alguien o
a un grupo que los mande, que los guíe? No tengo respuesta para esto aún, pero
sí tengo, llamémoslo así, la razón de por qué estas preguntas regresan a mi
memoria. Ya se llevan más o menos diez años de lucha y protesta en Caracas y
Venezuela desde que, en el 2003, la gente y los altos cargos no se pusieran de
acuerdo y dejaran que esto mal llamado “revolución” siguiera su curso y que
llegara a lo que ha llegado. Ya tantos ultrajes, tantas indecencias, ya tanta
traición y venta se ha hecho durante esta década del siglo XXI, del país al que
vulgarmente se conoce como “República Bolivariana…” que lamentablemente no hay
otra manera de pensar, a los ojos de cualquier extranjero, acerca de este país
como (y lamento severamente esta connotación, pero así me parece) una jinetera
mal vendida al peor postor: Cuba. El problema y las protestas ahora no son
porque si vamos al comunismo o porque si nos invadan o porque raíz cuadrada de
65 no da número par. Ahora el rollo es que no hay quién mande, no se sabe quién
manda: si él o el otro, si somos una colonia o si podremos reponer nuestra “soberanía”.
Estamos sin un guía, malo o bueno, andamos sin uno, y esto hace pensar que el
Hombre, verdaderamente necesita de alguien que lo guíe, que lo dirija, que lo
someta, porque eso también hace un líder siendo benévolo o no.